Yo no paro de equivocarme. Constantemente. Mi cabeza es un continuo tornado de ideas que hace girar conceptos dentro de él. ¿Te identificas con esto?
No somos pocos los que vivimos con esa sensación. No sé si llamarlo exceso de creatividad, inquietud o carencia de sentido común, pero el caso es que así es: todo el día pensando en proyectos.
No hay mejor maestro que el error
Cuando inicias un proyecto, sólo en compañía, tienes toda la ilusión del mundo. Tienes un punto de partida y (deberías) tener un objetivo en mente. El problema, es que para ir de ese punto A al punto B, hay que pasar por muchas cosas.
Tú esperas un camino de rosas, bien rectito y sin errores porque lo tienes todo planificado. Al final lo que ocurre es que cometes 1.327 errores y acabas llegando a un punto C, F o Y, pero no al B.
No obstante, como digo cometer errores por el camino tiene su lado positivo:
- Si has cometido un error, es porque estabas haciendo o intentando algo. Genial.
- Sé capaz de hacer autocrítica y ver si tú has sido el responsable del error, y no siempre los demás.
- Con la causa determinada, piensa cual hubiera sido la actuación correcta y grábatela a fuego para la próxima.
Siempre llega un momento, algo prende la chispa y, de entre todas esas ideas que van y vienen en tu cabeza, de repente surje una que dices: esta es.
A mí me ha pasado con varias, una de ellas la de iniciar este blog. De todas las anteriores (unas con más éxito que otras) he aprendido algo. Pero curiosamente, si lo analizo fríamente me doy cuenta que de todas las experiencias, de las que más he aprendido son de las que más grande fue la ostia.
¿Qué tiene que ver Karate Kid con ser Blogger?
Mucho. En primer lugar, como en las artes marciales, al escribir un blog necesitas disciplina, esfuerzo y concentración.
No sé si habrás visto la película (viva el cine de los ochenta) pero en ella, un voluntarioso joven es entrenado por un anciano maestro de artes marciales. No te voy a explicar la peli, pero sí quiero recalcar la parte del entrenamiento donde el maestro obliga al discípulo a limpiar y encerar a diario un coche, con la famosa frase «Dar cera, pulir cera».
Viene a representar la constancia en el trabajo. Con ese gesto tan tonto, pero reproducido y practicado a diario, el joven Daniel conseguía pasado el tiempo defenderse de oponentes más fuertes que él.
A lo que voy, haciendo un mix de los errores que cometemos y este simil con la película, es que al escribir en nuestro blog debemos ser como ese chico. No debemos pretender ser los mejores en lo nuestro en un mes, sino que hay que agachar la cabeza y practicar, practicar y practicar. Y durante esas prácticas, cometeremos errores. ¿Qué hacemos? Aprender de ellos y seguir pranticando. Practicar y practicar, dar cera, pulir cera…
Al final, el proceso se reduce a estos pasos:
- Identifica lo que sabes hacer y busca tu nicho de mercado.
- Abre tu blog de una santa vez y comienza a escribir.
- Aprende de los errores que cometas, corrige tu linea editorial si es necesario.
- Continua escribiendo, prueba, sigue fallando y aprendiendo.
- Persevera. Los resultados llegarán con el tiempo, si no vuelve al punto 1.
Y tú, ¿cual sería el error más grande que has cometido en tu blog o del que más has aprendido?
1 comentario en “Dar cera, pulir cera: corrige tu blog sobre la marcha, Blogger San”
¡Gran aporte! Razonables motivos. Manten este criterio es un blog sincero. Tengo que leer màs blogs como este.
Saludos.
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