Gracias, ahora podré ayudarte mejor.​

AQUÍ TIENES LA GUÍA CON LOS 10 CONSEJOS.

Así que dices que no vendes ni una estufa en el Polo norte.

Que tienes una web que luce profesional, pero que algo debe fallar en tu estrategia porque no llegan las visitas. Ni mucho menos los clientes.

Ok.

Ahora te cuento cómo puedes solucionar eso.

Pero antes, quiero contarte otra cosa.

Una historia. Muy breve.

Tiene que ver con el problema de trabajar duro en una web que está bastante correcta y no entender por qué no llegan los resultados.

Por si te puede servir.

Tengo un amigo que se llama Alfonso.

Un buen tío.

Soy hetero, pero no tengo problema alguno en reconocer que es bastante guapete de cara. Se cuida y se mantiene el forma, el cabrón.

Además es muy alegre y tiene una conversación interesante.

Ok.

Hace unos años estaba soltero y le iba bien, pero recuerdo que siempre se estaba quejando de que follaba menos que un gato de escayola.

Y es que, mi amigo Alfonso, tenía dos problemas.

Su primer problema es que era muy casero.

De estas personas que les gusta mucho estar en su casa, tranquilamente, con su tele viendo su serie favorita y tal.

Que no tiene nada de malo, ojo.

Pero claro, si quieres conocer chicas… a tu casa no van a venir porque sí.

Eso es así.

Un día hablamos y le dije que ya le valía la tontería.

Que menos quejarse y más tomar cartas en el asunto. Que hiciera algo.

Bien.

Me tomó la palabra y cambió el chip.

Durante un tiempo, hizo un esfuerzo por acicalarse cada fin de semana, salir por ahí, estar receptivo a hacer planes con amistades, etc…

Y funcionó.

A medias, realmente.

Si que salió más de casa, se dejó ver, conoció más chicas…

Pero follar, seguía sin follar mucho.

Y es que aún le quedaba por resolver el segundo de sus problemas.

Alfonso tenía siempre su casa como una leonera.

Por si acaso es una expresión que solo usamos por aquí, lo que quiero decir es que tenía la casa muy desordenada y llena de mierda.

Hay hombres solteros que tienen su casa muy bien.

Otros no.

Otros la tienen que parece una zona de guerra. Y huele que no veas.

Los platos sin fregar desde hace varios días…

La cama sin hacer, la habitación sin ventilar oliendo a humanidad…

Todo tirado por ahí en medio…

Claro.

El colega daba lo mejor de sí en los bares o donde fuera.

Sí que hizo el esfuerzo de salir más, ok.

Pero luego la cagaba, porque cuando conseguía conectar con alguna chica y llevarla a su casa para rematar la faena… nanai.

Alguna vez triunfó, sí. O eso me contaba.

Pero también me reconocía que la mayoría de veces, las pobres incautas salían espantadas de allí con cualquier excusa rápida.

Normal.

¿Qué tiene que ver esto con tu problema de falta de visibilidad?

¿O con la conversión de visitas a suscriptores y clientes?

Pues todo.

A buen entendedor, pocas palabras bastan.

Pero por si acaso no lo has pillado… te lo diré de esta forma.

Si no tienes visitas, está claro que es un problema.

Primero tendrás que saber dónde están y cómo atraerlas. 

Luego te arreglas y sales a por ellas. Hay diferentes formas de hacerlo.

Ok.

En segundo lugar, dime para qué coño quieres visitas, si en tu web no están las cosas como deben estar para que haya una conversión.

Me refiero a conversión de visita a suscriptor.

De suscriptor a cliente.

De ligue a polvazo.

Y es que sin esto bien planteado, da igual cuánta gente lleves a tu web. 

Se irán para no volver. 

Te está pasando.

¿Sabes qué hace falta para tener una web que atrae y convierte?

Una estrategia (con sentido).

Y una hoja de ruta muy clara de cómo implementarla. 

Son esas dos cosas.

No tiene más, pero es lo que tiene. Es así.

Sin pararte a definir una estrategia, andarás como pollo sin cabeza tratando de entender qué ocurre con tu web que no te consigue clientes.

Haz que te vean. Y limpia la casa.

No tiene porqué ser difícil, pero hay que remangarse.

Hay que hacerlo. 

Es importante. Mucho.

Marca la diferencia entre seguir perdiendo tiempo y dinero en una web que es un desierto, frente a tener una web que recibe visitas cualificadas a diario a través de diferentes vías de captación.

Y otra cosa.

También marca la diferencia entre tener un proyecto del que te acabarás cansando más pronto que tarde, frente a tener un negocio en el que sabes por qué haces cada cosa y que te trae ingresos mes a mes.

Un saludo.

Omar.

PD: mírate esto cuando puedas, por si al margen de los consejos que vas a recibir, también pudiera interesarte esa clase gratuita que tengo. 

Te vendrá de lujo precisamente para entender mejor qué te está faltando.

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